Santo Domingo.– Como parte de la reciente implementación del protocolo migratorio en centros de salud públicos, autoridades de la Dirección General de Migración (DGM) detuvieron a 48 mujeres embarazadas de nacionalidad haitiana, así como a 39 parturientas, en diferentes hospitales y maternidades del país.
Según informaron fuentes oficiales, las detenidas fueron trasladadas en autobuses nuevos y acondicionados hacia el Centro de Acogida Vacacional de Haina, donde permanecerán bajo custodia. No obstante, entre las trasladadas existe un notable temor de ser deportadas, especialmente en casos donde el parto es inminente o ya ha ocurrido.
Uno de los testimonios recogidos es el de Ronny Pérez, quien narró que su esposa, de origen haitiano y en avanzado estado de embarazo, fue detenida mientras se encontraba en la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia.
“Ahora es que uno entiende lo importante que es tener los papeles en regla”, expresó, aludiendo a la necesidad de mantener la documentación migratoria actualizada.
En medio de los operativos, también fue reportada la retención de 48 menores de edad en el municipio de Villa Altagracia, lo que ha despertado reacciones de angustia entre familiares. Una mujer, visiblemente afectada, rogaba por la devolución de su hijo:
“Solo quiero que me entreguen a mi niño”, exclamó entre lágrimas.
Si bien algunos ciudadanos respaldan la iniciativa del Gobierno por su intención de regular la inmigración, han surgido críticas respecto al modo de ejecución, especialmente por la forma en que se abordan casos delicados como el de madres con bebés en brazos.
Personas consultadas en las inmediaciones de los hospitales —que prefirieron no identificarse— aseguraron que muchas de las detenidas fueron trasladadas junto a sus recién nacidos, lo que ha generado preocupación humanitaria en diversos sectores.
Las autoridades han asegurado que las repatriaciones de mujeres en estado de parto o recién paridas se realizan únicamente tras recibir el alta médica, y que se vela por la integridad física y emocional tanto de las madres como de los bebés. Este protocolo, según explicaron, tiene como objetivo garantizar que los traslados se efectúen en condiciones seguras y dignas.