La doctora Rosbely Pérez, una de las sobrevivientes del suceso ocurrido en el establecimiento Jet Set, compareció recientemente ante la jueza Fátima Veloz para dar su testimonio sobre cómo su vida cambió radicalmente desde aquel día. Según la resolución judicial obtenida por un medio digital, la profesional de la salud describió en detalle las secuelas físicas y emocionales que enfrenta desde el incidente, que dejó más de 230 personas sin vida.

Durante su intervención, Pérez explicó que era el principal sostén económico de su hogar, pero debido a las lesiones sufridas en el hecho, no ha podido regresar al ejercicio de su carrera médica. Señaló que tiene una fractura en un brazo, acompañada de daños en el nervio radial y el nervio mediano, lo cual podría limitar permanentemente su capacidad para trabajar.“Después de ese momento, estoy de licencia médica debido a un brazo fracturado con lesiones en el nervio radial y el nervio mediano, lo que posiblemente me impida volver a ejercer mi profesión. Entonces, ¿qué va a pasar conmigo? ¿Qué va a pasar con mi familia?”, expresó.
Visiblemente afectada, afirmó que más allá del dolor personal, muchas familias quedaron marcadas por la tragedia, incluyendo numerosos niños que perdieron a sus padres. “Estoy aquí y quiero expresar lo que siento, porque, al igual que yo, muchas víctimas mortales desearían, al menos, poder estar en mi lugar”, dijo durante su testimonio.
La doctora también mencionó que el día del suceso se encontraba acompañada por su hija, a quien trató de proteger con su propio cuerpo mientras se desarrollaban los hechos. Relató que, a pesar de su formación médica, se sintió incapaz de brindar asistencia a quienes estaban heridos a su alrededor debido a la gravedad de la situación.

En sus declaraciones, hizo un llamado directo a la justicia en nombre de los más de 230 que dejaron de vivir, así como de los sobrevivientes y las familias afectadas. Aseguró que lo ocurrido pudo haberse evitado si las personas responsables hubieran actuado de forma distinta. “Al igual que Maribel Espaillat, yo también he sufrido”, manifestó.
La resolución judicial documenta que Pérez destacó la impotencia que experimentó al no poder auxiliar a quienes lo necesitaban, a pesar de contar con los conocimientos necesarios. Sus palabras buscan representar no solo su experiencia personal, sino también la de muchos otros afectados por un evento que dejó profundas huellas en la comunidad.