Ciudad del Vaticano, — En un giro inesperado para la historia de la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost ha sido elegido como el nuevo Sumo Pontífice, adoptando el nombre de León XIV, convirtiéndose en el primer papa originario de los Estados Unidos.
La noticia sacudió tanto al ámbito religioso como al político internacional. Uno de los primeros en felicitarlo fue el expresidente estadounidense Donald J. Trump, quien utilizó su red social Truth Media para expresar su entusiasmo. “Enhorabuena al cardenal Roberto Francis Prevost, que acaba de ser nombrado papa. Es un honor saber que es el primer papa estadounidense”, escribió Trump. Añadió que estaba deseoso de conocerlo en persona: “Será un momento muy significativo”.
Lo curioso es que días antes de la elección papal, Trump generó controversi4 al publicar una fotografía en la que aparecía vestido con atuendos papales, lo cual desató críticas entre sectores católicos que lo consideraron una falt4 de respeto. Sin embargo, tras la elección de Prevost, algunos internautas han reinterpretado aquella imagen como una especie de mensaje anticipado, una señal velada que solo cobró sentido después.
Prevost, de 69 años, nació en Chicago y tiene raíces franco-italianas y españolas. Durante su primer discurso como papa, rindió homenaje a su predecesor, el papa Francisco, hablando en latín, italiano y español. Abogó por “un mundo de paz, más justo y unido” y subrayó la importancia del diálogo como herramienta para tender puentes en tiempos de división.
Analistas del Vaticano han señalado que León XIV está ideológicamente alineado con el papa Francisco, tanto en sus posturas pastorales como en su visión de una Iglesia más cercana a los marginad0s. Su elección marca un hito no solo por su nacionalidad, sino también por el simbolismo de continuidad reformista.
La era de León XIV comienza con un gesto de humildad y un mensaje de esperanza. Y mientras tanto, desde Estados Unidos, Trump no oculta su entusiasmo por este inesperado vínculo entre la política y el papado. “Qué emoción, y qué gran honor para nuestro país”, concluyó en su mensaje.