| Una joven brasileña de 27 años, identificada como Luciene de Souza, denunció ante la Policía Civil del estado de Río de Janeiro que fue víctima de una presunta mala praxis médica tras someterse a una cirugía estética de implantes mamarios, lo que habría desencadenado una severa afectación de su salud: pérdida de visión, audición y movilidad.
El procedimiento tuvo lugar en la clínica privada Semiu, ubicada en Vila da Penha, en la zona norte de Río. De acuerdo con el testimonio ofrecido por la víctima al medio brasileño G1, los síntomas comenzaron poco después de la intervención quirúrgica. Con el paso de los días, su estado se deterioró al punto de quedar completamente ciega, sorda y paralítica.

Tras su denuncia antes la policía Civil, las autoridades iniciaron las averiguaciones para determinar la responsabilidad de su estado de salud, que tras 10 mese del procedimiento aún la mantienen sin poder oír, caminar, nivel bien ;desde quedo totalmente sin visión ,solo ha recuperado un 70%de la vista.